Testimonio de Marina tras su experiencia en Bantabá
Desde que el autobús llegó a Almería y pude intercambiar dos palabras con Fátima, sabía que esta experiencia era un regalo que debía aprovechar. A pesar de las altas expectativas en este primer momento, he de decir que se cumplieron y con creces. Creo, que como todo el que llega, no me imaginaba la situación que se vivía en esta zona en mi propio país, pero lo que tampoco me imaginaba era ver en tantos ojos la satisfacción, agradecimiento y sinceridad que vi en todas y cada una de las personas que conocí allí. Empezando por las encargadas de este gran proyecto, que acogen a todos, incluidas nosotras. A mis maravillosas compañeras, Cecilia, Eva y Soraya, a las que les debo gran parte de esta experiencia, las risas y los consejos. Y a alumnos y personas que con un simple hola podían decirte y enseñarte tantas y tantas cosas.
A pesar de lo complicado que es para mí plasmar con palabras mi experiencia, trataré de escoger las más acertadas. Aunque, para estar sobre aviso, todo se quedará corto.
El primer día aprendí el significado de la palabra Bantabá, y el último supe lo que era vivir la experiencia Bantabá. Bantabá es una plaza, un espacio abierto que, en cada pueblo y en cada ciudad, sirve de punto de encuentro para los habitantes, donde comparten sus alegrías, sus sueños y sus problemas. Para mí ir a la escuela era un punto de encuentro con todas las personas que me transmitían paz a través de sus alegrías, sueños y problemas. Mi Bantabá han sido las vivencias en la escuela, las personas que me han permitido vivirlas y el cariño que he tratado de poner en todo momento. Las primeras clases de incertidumbre, ¿lo sabré hacer bien?, ¿les ayudaré todo lo que pueda?… Y conforme pasan los días sientes que eres tú la que aprendes de ellos a través de tus y sus enseñanzas, eres tú la que te empapas de la energía que desprenden y sientes que juntos lográis un entorno de paz, alegría y agradecimiento. Llegué a Almería pensando en ayudar al necesitado y me fui pensando en volver, en que yo era la que necesitaba estar allí.
Me fui tremendamente agradecida, emocionada. Con la mente llena de enseñanzas y el corazón lleno de alegría y satisfacción. Agradezco que esta maravillosa experiencia haya formado una gran parte de mi progreso emocional y personal, agradezco a todo el que ha formado parte de ella. Ahora ella forma una gran parte de mí.
Marina Ramos
Voluntaria verano 2022
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