Ser RSCJ hoy
Hoy como ayer, mujeres de todas las culturas seguimos experimentando la fuerza del Amor de Jesús en nuestras vidas que nos llama a seguirle y a permanecer en Él.
Queremos vivir con sencillez, cercanas a los hombres y mujeres que nos rodean, especialmente a los más pequeños y pobres.
Como religiosas del Sagrado Corazón de Jesús descubrimos tres valores que, desde el inicio, están en el corazón de nuestra vocación:
- La vida en comunidad donde, reunidas en torno a Jesús, compartimos lo que somos y tenemos y somos enviadas a anunciar el Evangelio.
- Una vida plenamente contemplativa en la que vivimos un encuentro personal con Jesús y en la que aprendemos a mirar la realidad con su misma mirada y sus mismos sentimientos.
- Una vida plenamente apostólica que nos empuja a salir al encuentro de los otros para comunicar el amor del Corazón de Jesús, encarnado en gestos sencillos y concretos.
Hoy nuestra vocación educadora, que también desde los inicios nos ha ido configurando, toma rostros variados que nos permiten caminar junto a niños, jóvenes y adultos en distintos ámbitos y lugares.