La película del director alemán de origen turco, İlker Çatak, representa en esta historia algo que él mismo vivió en su infancia: la sospecha, la discriminación, el asedio… por unos robos en el colegio en Estambul. 

En este caso, se dan unos hechos parecidos, la investigación de los cuales lleva a la profesora Carla Nowak (una gran Leonie Benesch) a investigar por su cuenta, con unos métodos discutibles, al igual que los impulsados por el Equipo directivo del centro.

Robos, sospecha, marginación… son un ramillete de realidades que se entrecruzan en este film, un thriller que va mucho más allá que otorgar culpabilidades, sino que se centra en los modos cómo se actúa, como se señala, como se denigra… hasta convertir la película en una poderosa historia que hace equilibrios entre el asedio y la verdad, la razón y la ingenuidad…  que no todo lo justifican. Y la sala de profesores que da título al relato, epicentro de la vida de un colegio, donde los educadores trabajan, conviven, comparten preocupaciones y éxitos… y celebran los logros de una tarea docente que siempre va más allá de la pizarra, los pupitres y los libros.

Un montaje excelente, y una duración de 99 minutos más que correcta, harán que esta película se desarrolle de modo fluido y muy interesante, y que en conjunto le han valido la nominación para el Oscar a la Mejor película internacional, junto a «La sociedad de la nieve» y «Yo capítán», entre otras. 

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