Proyecto en Priego de Córdoba por Teté Escudero

Colaboración concreta en el Proyecto

Proyecto Priego de Córdoba por Teté EscuderoEl Coro, fue mi primera colaboración como voluntaria en el Proyecto: mis raíces musicales, el coro en la Escuela de Música, el  coro parroquial de  mi  pueblo, han formado parte de mi vida, por eso integrarme en el coro “Sagrado Corazón” fue muy sencillo. Está fundado desde hace 17 años por iniciativa de Pepa y la buena disponibilidad de nuestra profesora de música y voluntaria Lourdes OrtIz, con el objetivo de promocionar a la mujer en su integración social y cultural. A lo largo de estos años, el coro ha ido creciendo en valores, en confianza, tolerancia, en armonía y amistad pero sobre todo ha descubierto la belleza de la oración cantada, hoy con sus guitarras, panderetas, castañuelas y yembé, participamos en muchas celebraciones parroquiales, fiestas etc…  y con la alegría típica de esta tierra andaluza, enseguida arranca con sus cantos, bailes por sevillanas, cordobesas, fandangos etc… dándole vida a sus notas… 

El Coro es una bendición para hacer camino … 

Cantando he de morir, cantando me han de enterrar y cantando  he de llegar al pie del eterno Padre

Atahualpa  Yupanqui

En las Clases de Apoyo, mi voluntariado  solo duró un curso, las matemáticas nunca han sido mi fuerte y en las actuales, no quise poner  interés  a pesar de ver a mis nietos en la sonrisa de cada niño, reconocí no estar a la altura.   

En el Ropero, el voluntariado es un aprendizaje diario, te sobrecoge la relación  que  hay en el ambiente, no solo entre las compañeras sino también con la gente en general, todo me ayuda a ser más humana, más fraterna, más sensible a la vulnerabilidad de la pobreza oculta y vergonzante que hay en Priego y en sus alrededores o ante la llegada de los emigrantes que  no nos llegan en pateras, pero sí en riadas,  así  llegan los temporeros marroquíes en la época de la recogida de la aceituna que atraviesan el estrecho con todas sus necesidades y carencias;  sudamericanos, rumanos, ucranianos… todos en busca de una tierra mejor. Aquí, reciben nuestra cercanía y cuidada atención y llevan la ropa limpia para vestirse y abrigarse.  Sin embargo…  yo  estoy  detrás de un mostrador, al lado de los afortunados de la vida… y ¿cuántas preguntas  tengo sin responder…? 

 En El Café-Taller, entra dentro del Proyecto “Los mayores importan”,  un viernes al mes, un grupo de mujeres, vecinas del barrio y de todas las partes de Priego, se acercan al salón para compartir con nosotras una pequeña oración, un rato de ocio y diversión y se relacionan entre ellas para olvidar su soledad con dinámicas que preparo  para llevar un buen envejecimiento, gimnasia de mantenimiento, talleres de memoria, coordinación, relajación, risoterapia,  etc. Finalizamos con un café con leche y la degustación de dulces con la especialidad de cada casa.  La sabiduría de esta gente sencilla  que se ha forjado en la universidad de la vida,  me ayuda a  ser más agradecida  y   ser mejor. 

En La Cruz Roja,  una vez al mes, nuestro salón se convierte en una sala de espera típica de cualquier consultorio médico en donde un médico voluntario y su ayudante vienen a tomarnos  la tensión, peso, pulsación y sobre todo para  escuchar las dolencias de la gente…  ;  esto  que parece tan simple,  en el tiempo de pandemia ha sido una cura en salud para muchos. Mi voluntariado aquí es muy sencillo, soy la que abro y cierro la  puerta, te enteras de las noticias del barrio, confían en ti, conoces un poco sus problemas, comentamos y nos alegramos con la pérdida de peso, mejoría en la  tensión  etc…  por todo ello les doy las gracias. 

Cómo marca el Proyecto al pueblo de Priego

Las Religiosas del Sagrado Corazón, después de  50 años de permanencia en Priego, han sido y son  una Institución abierta, muy querida y encarnada en  el pueblo por su labor de entrega evangelizadora, solidaria, colaboradora y participativa con todas las entidades del pueblo, parroquias, Ayuntamiento, hermandades, cofradías, asociaciones…Por eso han sido reconocidas con la Medalla de Plata de la ciudad en el  2015 y  con la Medalla Honorífica de la Agrupación de Cofradías y Hermandades 2022 por  su labor pastoral y social. 

Son muchas las iniciativas que nacen en este Centro Socio-Cultural y muchos los voluntarios (42) que sin su ayuda, serían imposible de realizar. 

Dicen que  el barrio de las Caracolas  era un barrio humilde y marginal, separado del pueblo por su condición social  y que ahora,  gracias a las monjas, se ha convertido en  un  barrio  de moda, tranquilo, trabajador,  a donde suben   más  de 200 personas, más de 200 familias al mes de todas las partes  del pueblo para  acercarse a esta casa,  a este Centro Socio- Cultural,  lugar sagrado y de encuentro, donde Pilar, Carmen  y Pepa nos esperan con las puertas y brazos abiertos para acompañar a los que  buscamos a la luz de la  Palabra, el apoyo, el consuelo y  la esperanza; en este  espacio de humanización, el carisma de Santa Magdalena Sofía Barat,  se hace presente  y de esta manera se crea  en Priego, la  gran  familia del Sagrado Corazón. 

Necesidades de futuro que se vislumbran

La mies es abundante y los obreros pocos… (Lucas, 10)

Como obra de Dios, en ÉL,  ponemos la confianza y la esperanza  para que este Proyecto tenga continuidad. Es la esperanza la alegría de la utopía  la que nos ayuda a seguir  hasta el final porque  aquí,  en esta casa  del Sagrado Corazón  del barrio de las Caracolas de  Priego el aroma el Reino de Dios nos  llega por todas las direcciones.  

Un poco de balance de tu experiencia personal en la Comunidad y en el Proyecto  

Estar aquí es vivir con coherencia el mensaje de Jesús

Nunca me pude imaginar que el Señor pusiera en mi camino esta oportunidad de vivir como  laica,  en una Comunidad de religiosas del Sagrado Corazón  ni por supuesto  en Priego de Córdoba. Soy antigua alumna de Placeres e invitada por Pepa, vine  desde Ortigueira a pasar  la Semana Santa con la Comunidad, a este pueblo andaluz. Una semana que se alargó porque Pepa quería que conociese un poco la obra de este Centro… ¿Qué puedo decir?…pues…que…  no todo tiene explicación:  antes  de regresar a mi casa, ya me había dado cuenta,  de  que yo tenía necesidad de un lugar como este para reubicarme en el Evangelio, para sentirme útil sirviendo  y  seguir creciendo en el Amor.  La Semana Santa en Priego, se vive con mucha fuerza y devoción,  fueron unos días muy intensos, la procesión del Nazareno  subiendo al Calvario, la parada procesional de la Virgen de la Paz ante esta casa del barrio de las Caracolas,  la acogida y la cercanía  de las Asociadas, de la gente,  pero lo que realmente me marcó, me impactó y conmovió fue la obra, la  labor de este gran Proyecto a pleno rendimiento donde tres  religiosas,  Pilar, Carmen y Pepa hacen posible el día a día con su compromiso de vida  y de entrega a la misión. 

Así que guiada por el Espíritu y por el corazón, decidí hacer un pequeño  paréntesis en mi vida para descubrir un tiempo asombroso y sorprendente de crecimiento personal, de encuentro,  de vida compartida en una Comunidad de religiosas que me acoge con cariño,  que me ofrecen lo que tienen  y lo que son y que  ponen a Jesús  en el centro de sus vidas.  Es un aprender a vivir con la capacidad de emocionarte al instante  con  las cosas más  simples, es un aprender a vivir  valorando y a aceptando  las diferencias entre nosotras, a reconocer nuestra vulnerabilidad pero sobre todo a cuidarnos y a querernos, es un  enriquecimiento mutuo, y es un regalo del cielo caminar junto a ellas. 

Participo en todas las actividades que me indican, asisto  varias  veces a las reuniones de  Comunidad,  a través del Zoom os voy conociendo, me formo y rezo,   en  ocasiones,  acudo a alguna convocatoria en la casa de Mayores de  Granada, a un retiro como el  que hemos tenido recientemente en Castell de Ferro (Granada) con otras Comunidades (Mater-Granada y  Almería),    en todos los sitios me han hecho sentirme  como una más y no es así…  soy consciente del lugar que ocupo y me siento una privilegiada porque todo lo recibo como un don gratuito, como una gracia, como una bendición. 

Lo más grande del Amor es que crece cuando se reparte (Saint Exupéry)

 Así lo vivo y así lo siento  porque sé que este lugar es un LATIDO que necesita de pero yo más de él.   Soy del Sagrado Corazón y siempre vuestra. GRACIAS  

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