Pascua Joven con Magis

Agradezco de corazón la oportunidad de participar en el Triduo en Javier y la acogida de nuestras hermanas en Bilbao y Granada. En Javier nos reunimos como el grupo de unas 70 personas: jóvenes y acompañantes. Los participantes se dividieron en tres grupos: los escolares tuvieron sus dinámicas, los estudiantes participaron en talleres y los jóvenes un poco más mayores recibieron los puntos para rezar y meditar.

Además, nos reunimos todos para celebrar las liturgias del Jueves y Viernes Santo y la Vigilia Pascual – este espacio era también algo como la catequesis para presentar el sentido de estas celebraciones especiales. El jueves por la noche rezamos en el huerto: la oscuridad de la noche y el fuego de las antorchas nos ayudaron a entrar en la atmósfera de la oración de Jesús y a velar con Él.

El viernes teníamos el Vía Crucis caminando por el pueblo, turnándonos para llevar la cruz. Cada estación era como dar la voz a otra persona y su perspectiva de acompañar a Jesús o de vivir la cruz: Nicodemo, Job, Simón, José de Arimatea. Por la tarde hubo una liturgia de reconciliación durante la cual muchas personas se acercaron para recibir el sacramento de la confesión.

El sábado hicimos una peregrinación al monasterio de Leyre: en la primera parte en silencio y reflexión, en la segunda, como los discípulos de Emaús, compartimos en parejas nuestra experiencia. La Vigilia Pascual nos introdujo en la alegría de celebrar la Resurrección de Jesús. Después de la misa continuamos la celebración con cantos, compartiendo la alegría grande, ¡La Vida de Cristo vence a la muerte!

Ciertamente, el tiempo maravilloso de estos días de primavera en Javier me/nos ayudó a rezar y descansar, estando juntos y construyendo relaciones. El tiempo con los jóvenes ha renovado en mí el deseo de acompañarlos. He experimentado su apertura y entusiasmo, pero también su incertidumbre y la necesidad de confirmar sus intuiciones y sueños.

Me siento bendecida por ver cómo aprendían a encontrar a Dios en la historia de sus vidas y en sus relaciones. Ojalá seamos capaces de apoyarnos unos a otros en nuestra vida cotidiana, dónde experimentamos nuestra Pascua – que seamos fortalecidos en esto por la alegría de Jesucristo. ¡Feliz Pascua!

Alicja Banach rscj (Polonia)- Está haciendo su experiencia internacional en Almería