«El Miércoles de Ceniza la Iglesia quiere, sobre todo, animarnos a una vida de entrega generosa en la que demos frutos de amor y de servicio a los demás.  

¿Qué haremos para vivir este espíritu? 

Siempre hay una palabra que puedo evitar, una mirada superficial que podré guardar, escuchar con atención una conversación que me aburre, un acto de caridad en las relaciones mutuas… Guardar la memoria, la imaginación para vivir centrada en el Señor y entregarle mis recuerdos. Que sean 40 días de vida interior, de avanzar en el fervor y con un solo deseo profundo en nuestro corazón: agradar en todo al Corazón de Jesús” 

Magdalena Sofía Barat, Miércoles de Ceniza de 1856

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