Mi primer año de noviciado

Alejandra de la Riva

 

¿Cuál es el perfil de la comunidad del Noviciado internacional de Chicago?

La comunidad del noviciado es muy diversa en varios sentidos, es internacional, intercultural, intergeneracional. Somos nueve mujeres: cinco religiosas profesas: dos de Estados Unidos, una de Hungría y otra de Corea del Sur; y cuatro novicias: dos de Hungría, una de Francia y yo, originalmente de Bolivia, pero pertenezco a provincia España.

Es también multigeneracional, las edades van desde los 70 hasta los 30 años.

Hablando de dones y profesiones, también tenemos un abanico bastante amplio: tenemos abogada, médico, profesional de la Hostelería y Restauración, en el área de gestión administrativa, profesora de colegios, profesora de universidad, trabajadora social y Logopeda.

Te preguntarás ¿Cómo mujeres con edades, culturas, historias y áreas de interés tan distintas podemos vivir juntas? Clic para tuitear Solo hay una respuesta: porque queremos seguir a Jesucristo, aprender de él, de su corazón, de su amor que es profundo y ancho. 

Algunos aprendizajes de tu primer año de Noviciado…

mi primer año de noviciado Alejandra de la RivaMis aprendizajes son:

  • Que la comunidad se construye; depende de todas como conjunto, pero también de cada una a nivel más personal. “Sé y vive la comunidad que quieres tener”.
  • Que se puede ayudar a cambiar el mundo cambiando una misma, y que no se trata tanto de grandes cambios como de pequeños pero significativos; como, por ejemplo, cambiar la mirada con la que vemos a los demás y al mundo ¿Qué puede significar para ti mirar el mundo y a los demás con los ojos de Cristo y no con los tuyos?
  • Profundizando en autoconocimiento encontramos a Dios habitando dentro de nosotras, y es también el modo de descubrir nuestros dones, y con ellos se puede ser fuente de paz y bien para una misma y para otros.
  • Que es indispensable dedicar tiempo a la oración, la meditación, el silencio para afinar el oído y aprender a escuchar qué viene de Dios y qué no, aprender a escuchar más profundo y más fino.
  • Que para una sana y fecunda convivencia: las risas, el buen humor y celebrar la vida son imprescindibles.

Lo que más te ha sorprendido de este año

Sentirme en casa a pesar de estar en un sitio bastante distinto, con una cultura nueva, con diferentes modos de pensar y hacer las cosas, pero descubrir que compartimos algo más profundo y verdadero.

Que las diferencias, lo diferente, es el medio más natural y fecundo para descubrir quiénes somos, para aprender a ser más humanas, para aprender a amar mejor y más ampliamente, y si sabemos vivirlo bien, puede llegar a ser un instrumento de liberación para todas.

¿Cómo percibes la Sociedad del Sagrado Corazón desde este tiempo en Chicago?

primer año de noviciado Alejandra de la RivaLo percibo aquí, en Chicago, pero siento que lo he percibido en todos los sitios en los que he estado con la Sociedad. Es para mi espacio de acogida, de oportunidad, de crecimiento, de madurar la vida y los dones; la percibo vulnerable; está cerca y en medio de la gente a quienes lleva vida y sanación; es una Sociedad con deseo constante de dejarse guiar por el Espíritu, y con una fe cierta en que Dios está aquí, habitando entre nosotras, en nuestro mundo bendecido y roto.

 

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