Con motivo de la despedida de las cuatro últimas religiosas de la Residencia del colegio Sagrado Corazón de Godella, niños, profesores, familias y el grupo musical Los Mayos del pueblo, integrado por instrumentos y voces, les dedicamos una serenata siguiendo la tradición de tocar y cantar en mayo, tradición que dura ya sesenta años y que hemos querido compartir con el colegio dentro de un programa que llevan a cabo profesores de Primaria para enseñar a nuestros niños y niñas las antiguas costumbres del pueblo. Fue una tarde muy emotiva y especial, sabiendo que el colegio, después de 125 años de docencia queda huérfano de la presencia de nuestras queridas monjas del Sagrado Corazón, el pueblo de Godella no os olvida.
Vicenta Fabra (exprofesora del Colegio)
Querida Vicenta, te leo y tengo el corazón en un puño, por el texto en sí y porque además lleva tu firma. Quisiera saber más. Qué ha ocurrido? Qué ha motivado esta decisión? Mi recuerdo del Sagrado está tejido con hilos de mujeres maravillosas, monjas y laicas, cuyo carisma me sigue inspirando (a mí y a tantas generaciones) a día de hoy. Un Sagrado Corazón sin monjas del Sagrado Corazón…me da mucha pena 😢 A ti, mi querida maestra, te mando un abrazo fortísimo, con todo mi corazón. “Porque hay huellas que ni el viento…”.
Es una decisión dolorosa provocada por la disminución del número de religiosas. Nos cuesta mucho dejar Godella, pero quedan dos colegios en Valencia (y hasta 1992 también en Quart de Poblet) que transmiten hoy la educación de Magdalena Sofía Barat y muchas personas que han sido educadas en este estilo educador. Los frutos de tanto trabajo son abundantes. Damos gracias a Dios por ello.
Su huella quedará para siempre, y ellas estarán en nuestro corazón.
¡Qué os vaya bonito! (Sabemos que vais muy bien acompañadas).
Una gran labor la que han hecho las hermanas y su carisma perdurará en sus alumnos. Que Dios les bendiga y guarde.