J.A. Bayona, una vez más, no defrauda con este drama del que todos sabemos la historia y su desenlace, pero que solo con imaginar lo que en los Andes se vivió aquel otoño de 1972 se nos estremece el corazón. 

Por fin llegó la película a los cines, después de meses de oír hablar de este film y de los premios y nominaciones que iba atesorando. Y por fin el gran público ha podido deleitarse con una joya del cine, de ese cine con mayúsculas que no deja indiferente a nadie. De hecho, a menudo los cinco primeros minutos de una película ya decantan la sensación entre estar viendo una buena película u otra mediocre como tantas (porque las malas ya quedan descartadas con el argumento o el trailer).

De «La sociedad de la nieve» nos atrapa la historia y su relato, en este caso de la novela homónima de Pablo Vierci, pero ello no quita mérito alguno a la realización que se fija en infinitos detalles, en relatos conmovedores, en la evolución de los personajes… todo ello acompañado con una absoluta maestría de la cámara que nos hace vivir la historia con un realismo a veces angustiante, siempre emocionante.

Bayona, de nuevo, se erige como un gran director. No es casualidad su éxito con «El orfanato» ni «Lo imposible». 

Esta Navidad podemos disfrutar de otro regalo con su última película, un hito del buen cine. 

Y mientras esperamos algún triunfo merecido en los Oscar… los que lo tienen más difícil para ir al cine, la podrán ver a partir del 4 de enero en Netflix. No será lo mismo, porque la gran pantalla tiene algo de ceremonia que el sofá de casa no puede igualar, pero se agradece igual una buena película para acabar de vivir las Fiestas y afrontar la siempre complicada vuelta a la normalidad.

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