La aventura de leer

Colegio Sagrado Corazón Granada

Érase una vez, una seño a la que le gustaba mucho leer y un poco el cine, y un profe al que le gustaba mucho el cine y un poco leer. A pesar del escaso tiempo libre del que disponían al dejar el aula cada día, compartían vivencias sobre pelis y libros que disfrutaban.

Una mañana de invierno, durante un recreo, tuvieron una de sus locas ideas: aprovechar el Día del Libro para disfrazarse ambos de  personajes de un libro en concreto, saga literaria, universo gráfico… Oídos indiscretos que oyeron la conversación se unieron al momento animados por la ilusión de formar parte de algo nuevo y que prometía ser fascinante.  El primer año, pues, la magia fue la elegida y se sumergieron en el mundo de J. K. Rowling y el joven mago Harry Potter. Durante días imaginaron y asignaron personajes a cada uno de sus compañeros y en total y absoluto secreto, a cada uno les fue llegando su personaje asignado y algunos truquitos para conseguir el look perfecto y la puesta en escena impecable. Pero, ya que iba a haber tal despliegue de creatividad… ¿Por qué dejar en un día lo que podían ser perfectamente unas Jornadas mágicas?

Así fue como empezó la “Aventura de Leer” en nuestro Cole. Un proyecto nacido de una conversación distendida de recreo, tomó forma y se llevó a cabo  ambientando cada rincón del centro como si del mismo Hogwarts se tratara. Caracterizaciones llevadas al mínimo detalle y dinámicas, talleres y actividades insertadas dentro de las áreas curriculares clásicas pero con un toque mágico ilusionaron a alumnado, familias y profesorado al completo.

Ese año, los libros de Harry Potter fueron los más leídos en verano, los más pedidos en la carta de Reyes Magos, se formaron hasta clubes mágicos de varitas y bufandas en los recreos de los pequeños y las combas y pelotas cambiaron durante un tiempo por diarios secretos y palabras mágicas.

Un año pasó de aquella aventura y se nos ocurrió la idea de invitar en el nuevo curso a los/as compañeros/as de Secundaria y Bachillerato, el entusiasmo y la magia del año anterior los convencieron de inmediato pero esta aceptación también suponía un reto importante: encontrar un universo literario lo suficientemente rico en personajes para que todo el personal docente tuviera su lugar. Además, debía contar con un amplio abanico de posibilidades de lectura asequible a todas las edades y contar con soporte cinematográfico que mostrara que el cine se ayuda de la literatura para crear apasionantes historias y viceversa.

El mundo del comic nos dio la clave y los superhéroes son queridos y seguidos por grandes y pequeños. En enero, reunimos a todo el claustro y tras un vídeo-resumen motivador de nuestro ya amigo Harry Potter, se desveló la temática de las Jornadas del Día del libro 2018: Marvel y DC, héroes, heroínas, villanos y villanas iban a inundar las aulas. Había que volver a darle un enfoque novedoso e innovador, elaborando de forma precisa y concreta la animación a la lectura fundamentada y asentada en nuestro actual currículo sin perder de vista la motivación, la creatividad, el efecto sorpresa y la ilusión.

El listón había quedado muy alto con J.K. Rowling, sin embargo, el trabajo de todos/as fue encomiable. El esfuerzo, la constancia, la disposición, la alegría, el ingenio, la generosidad, la escucha y la responsabilidad se adueñó de todos los rincones del colegio para ofrecer unas jornadas del “Día del Libro” que permanecerán en la memoria para siempre. Fue en ese preciso momento en el que las palabras del profesor Charles Xavier resonaron con más fuerza que nunca: “Un sueño que vale la pena tener es un sueño por el que vale la pena luchar”.

La noche del 24 de abril, nuestra página web y redes sociales  advertían que todo el alumnado del colegio debía acudir a la convención de héroes que se iba a celebrar durante tres días para detener a Thanos en su empeño de conseguir las gemas del infinito. La noticia corrió como la pólvora entre los grupos de WhatsApp de las clases (en esta ocasión fueron de utilidad).

Al llegar al colegio la mañana del 25 de abril, las familias y el alumnado de todo el Colegio pudieron comprobar como el profesorado y demás personal se habían transformado en personajes míticos del mundo del cómic. A partir de ese momento, el ritmo en las aulas fue frenético. Se prepararon muchísimas actividades adaptadas a cada curso: comprensiones lectoras, dibujos de todo tipo, recortables, sopas de letras, manualidades, juegos de preguntas y respuestas, gráficas, acertijos o juegos de memoria, tareas, talleres de comic, marcapáginas … Son sólo algunos ejemplos de lo que se llevó a cabo. Muchas de ellas estaban centradas en contenidos de Lengua, Matemáticas e Inglés pero se intentó no dejar al margen ninguna de las áreas.

Nuevamente, la misión fue un rotundo éxito. Los chavales disfrutaron y aprendieron dándose cuenta de que la lectura puede abrir puertas que sólo nuestra imaginación puede cerrar y que no necesitamos libros muy gordos y pesados para acercarnos a una buena historia. Los cómics pueden ser otro camino que les lleve a vivir experiencias inimaginables.

Como toda historia, no podemos terminar sin dar las gracias a todas las personas que fueron auténticos héroes y heroínas en esta aventura: Equipo Directivo al completo, que facilitó los tiempos y parte de los materiales para lograr el objetivo; el A.M.P.A., que gestionó la compra de cómics para todas las clases del colegio; y el profesorado que demostró que la vocación de enseñar está por encima de la vergüenza de disfrazarse o de los agobios por la cantidad de trabajo realizado.

¿Recompensas? Infinitas: sonrisas, caras de sorpresa, alumnado motivado leyendo comics sin parar, familias agradecidas, compañeros unidos, satisfechos, emocionados… premios no materiales que valen más que el oro.

¿Y ahora qué? ¿Cómo se plantea este curso? Bueno, pues ya alguien va asomando sus orejas por el Cole. Pero esa es otra historia… ¿Saldrá bien? Ya veremos, ahora lo que tenemos claro es que …

“Si puedes soñarlo, puedes hacerlo” (Walter Elías Disney) Clic para tuitear

Hermi Rivas y Javi Molina

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