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Comentario de la liturgia

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domingo 25 de octubre

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por Asunción Contreras

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Evangelio: San Mateo 22, 34-40

[/vc_column_text][vc_column_text]Al enterarse los fariseos de que había tapado la boca a los saduceos, se reunieron alrededor de él; y uno de ellos, [doctor en la ley] le preguntó maliciosamente:
—Maestro, ¿cuál es el precepto más importante en la ley?
Le respondió:
—Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente. Éste es el precepto más importante; pero el segundo es equivalente:
Amarás al prójimo
como a ti mismo.

Estos dos preceptos sustentan la ley entera y los profetas.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]

AMAR, AMAR Y AMAR

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En el Evangelio de este domingo se pone de manifiesto como Jesús vuelve a manifestar en su vida y en la proclamación de su mensaje que el centro es el AMOR.

Los fariseos  y los rabinos de Israel, grandes conocedores y expertos de las leyes judías interpretaban la Torá, como la Ley llena de preceptos y prohibiciones, donde había mucho que discutir y comprender, y donde no había manera de llegar a un acuerdo y encontrar lo importante y lo esencial. De ahí que se reúnen con Jesús y le hacen la pregunta: Maestro ¿Cuál es el precepto más importante en la ley? Jesús responde Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente. Éste es el precepto más importante; pero el segundo es equivalente: Amarás al prójimo como a ti mismo.

Jesús deja muy claro con esta manifestación y reunido ante los expertos de la Ley judía,  que ambos preceptos son fundamentales e inseparables en el Evangelio.

En nuestra vida nos encontramos la duda, la incertidumbre, la enfermedad, la necesidad de cariño y de mirar al necesitado, las vivencias que cada uno tiene sufridas por la pandemia… y aquí volvemos a ver la opción de Jesús, nuestro Señor, y la mirada hacia el OTRO. A veces, nos centramos, en exclusiva, en nuestra vida y en lo cercano. Pero ¿Y el OTRO? La llamada que hace Jesús está clara. Y podemos plantearnos ¿Qué puedo hacer para amar más al prójimo? ¿Para estar más cercano? ¿Para dar vida en medio de tanta incertidumbre? ¿Qué cosas puedo retirar de mi vida y que no me ayudan a estar cerca de Dios?

Jesús tiene la respuesta: Amar al Señor poniendo corazón, voluntad y mente en todo lo que hacemos y amando al prójimo como a nosotros. ¿Te animas?

Buen domingo a todos.

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