Comentario de la liturgia
domingo 24 de septiembre
por Patricia Hevia RSCJ
Soy Patricia y soy religiosa del Sagrado Corazón de Jesús. Vivo en Bilbao donde comparto vida y misión con una pequeña comunidad en un barrio sencillo de nuestra ciudad. Trabajo como enfermera en el ámbito de la salud mental y las adicciones, colaboro en Magis (pastoral juvenil universitaria) y camino junto a otras personas que desean crecer y vivir una vida más plena, más humana, al modo de Jesús. Yo misma soy aprendiz en esto de Vivir.
Evangelio: San Mateo 20, 1-16
El reinado de Dios se parece a un hacendado que salió de mañana a contratar braceros para su viña. Se apalabró con ellos en un denario al día y los envió a su viña. Volvió a salir a media mañana, vio en la plaza a otros que no tenían trabajo y les dijo: Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido. Ellos se fueron. Volvió a salir a mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Al caer de la tarde salió, encontró otros que no tenían trabajo y les dijo: ¿Qué hacéis aquí parados todo el día sin trabajar? Le contestan: Nadie nos ha contratado. Y él les dice: Id también vosotros a mi viña.
Al anochecer, el dueño de la viña dijo al capataz: Reúne a los braceros y págales su jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros.
Pasaron los del atardecer y recibieron un denario. Cuando llegaron los primeros, esperaban recibir más; pero también ellos recibieron un denario. Al recibirlo, protestaron al hacendado: Estos últimos han trabajado una hora y les has pagado igual que a nosotros, que hemos soportado la fatiga y el calor del día.
Él contestó a uno de ellos: Amigo, no te hago injusticia; ¿no nos apalabramos en un denario? Pues toma lo tuyo y vete. Que yo quiero dar al último lo mismo que a ti. ¿O no puedo yo disponer de mis bienes como me parezca? ¿Por qué tomas a mal que yo sea generoso?
Así los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos.
Un Dios que no entiende de economía
¿Tiene sentido que un empresario salga repetidamente a lo largo del día en busca de obreros, incluso cuando falta poco para acabar la jornada laboral?
¿Tiene sentido que todos los obreros -hayan trabajado 8 horas, cuatro o una- reciban el mismo salario?
Así es Dios… sale a la plaza, a los cruces de caminos, a los márgenes para invitarnos a trabajar con Él y por Él. Nos ve, allí donde estamos, sin trabajo -porque nadie antes se ha fijado en nosotras- pero deseando poner nuestra energía y creatividad al servicio del Reino. Es Él el que sale a buscarnos, con insistencia y repetidamente; es Él el que contacta con nuestro deseo, es Él el que nos invita a trabajar y desplegar nuestra vida con otros y otras.
Pero nuestra mirada corta nos lleva a la exigencia, a la comparación, a tratar de que Dios haga a nuestro modo estrecho y calculado… pero su modo es el de la desmesura… fiel a su Palabra, nos da lo convenido, y mucho más de lo que podemos esperar.
Seguir a Jesús no se puede medir en términos de economía… el seguimiento está hecho de gratuidad, desmesura, fraternidad, justicia… esa es nuestra paga, aprender de su modo, aprender de su ternura y de su amor incondicional, mientras nuestra vida se desgasta por el Reino.

3 Comentarios
Sara Pérez V. septiembre 21, 2023
La conclusión es 1 vez más entender y comprender qe los criterios de Jesús son distintos a los nuestros,usados en nuestro cotidiano, y x eso el reclamo, la perplejidad, no nos gusta qe El sea generoso!!!!, me gustó mucho el concepto d desmesura en el Señor, qe Amor + grande x nos.!!! Gracias.
Natividad septiembre 24, 2023
Gracias por este comentario ta «sabroso». La lógica de Jesús nada tiene que ver con la lógica de la razón y si que se rige por la lógica del corazón. AMOR Y MAS AMOR
Carmen RIco septiembre 25, 2023
Preciosa reflexión que ayuda a entender…Muchas gracias…
Fui alumna del Sagrado Corazón desde 1955 a 1967 en Uruguay y ha sido lindo el reencuentreo virtual con RSCJ España°
Carmen RIco
Dejar un comentario