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Comentario de la liturgia

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domingo 21 de junio

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por Chiqui Domínguez

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Evangelio: San Mateo 10, 26-33

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Por tanto no les tengáis miedo. No hay nada encubierto que no se descubra, ni escondido que no se divulgue. Lo que os digo de noche decidlo en pleno día; lo que escucháis al oído pregonadlo desde las azoteas. No temáis a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma; temed más bien al que puede acabar con cuerpo y alma en el fuego.

¿No se venden dos gorriones por pocas monedas? Sin embargo ni uno de ellos cae a tierra sin permiso de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los pelos de vuestra cabeza están contados. Por tanto, no les tengáis miedo, que vosotros valéis más que muchos gorriones.

Al que me reconozca ante la gente yo lo reconoceré ante mi Padre del cielo. Pero al que me niegue ante la gente, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.[/vc_column_text][vc_single_image image=»6659″][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]

Hoy nos sentimos invitados a unirnos al grupo de discípulos que escucha con asombro las claves que Jesús les da para proclamar su Reino. Comienza con un importante anuncio (que repite tres veces en este texto): “NO TENGÁIS MIEDO”.  Jesús conoce bien a los discípulos y nos conoce por dentro. Sabe de nuestros temores, agobios, incertidumbres, fragilidades…y quiere hacernos llegar su CONFIANZA ante las dificultades y problemas que encontramos al ser sus seguidores. ¿Qué miedos siento hoy en esta etapa? Hemos  vivido una fuerte pandemia con un confinamiento que nos ha hecho asustarnos y temer. Dejemos que vayan saliendo esos nudos que aún pueden estar en nuestro interior.

Hablar con franqueza nos puede hacer temblar, y Jesús nos dice que la verdad se manifestará algún día. “NO TENGÁIS MIEDO”.  La posible agresión a nuestro cuerpo o el ataque a  nuestra persona nos angustia, y Jesús nos comunica: “sois mucho más que un par de gorriones que están cuidados por nuestro Padre del cielo”.  Pongámonos en sus manos…

Jesús va a reconocer a los suyos, cuando intentemos ser auténticos y transparentes testigos de su persona. Pidamos por todos los que le buscan y le desean, los que a tientas quieren ir tras sus pasos, los que caminan en la oscuridad …para que la compañía y la gracia de Dios  inspire cada uno de sus pasos.

¡GRACIAS  Señor por esa CONFIANZA que hoy nos  llamas a recrear y a compartir con tanta gente que la necesita! 

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