Juan 20, 19-23 

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: 
«Paz a vosotros». 
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. 
Jesús repitió: 
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». 
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: 
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». 

Ir al contenido