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Comentario de la liturgia

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domingo 14 de mayo

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por Mª José Sánchez Prieto

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Mi nombre es José y soy seño de infantil del colegio Sagrado Corazón de Granada. Hablando de misiones, creo que mi misión son los niños, me encanta mi trabajo e intento mejorar cada día. 

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Evangelio: San Juan 14, 15-21

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Si me amáis, guardad mis mandamientos; y yo pediré al Padre que os envíe otro Valedor que esté siempre con vosotros: el Espíritu de la verdad, que el mundo no puede recibir, puesto que no lo ve ni lo conoce. Vosotros lo conocéis, pues permanece con vosotros y está en vosotros. No os dejo huérfanos, volveré a visitaros.

Dentro de poco el mundo ya no me verá; vosotros, en cambio, me veréis, porque yo vivo y vosotros viviréis. Aquel día comprenderéis que yo estoy en el Padre y vosotros en mí y yo en vosotros. Quien conserva y guarda mis mandamientos, ese sí que me ama. A quien me ama lo amará mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él. 

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“SU ESPÍRITU VIVE CON Y EN NOSOTROS” 

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Jesús se está despidiendo de sus amigos, pronto no estará con ellos para ayudarlos y protegerlos, no estará con ellos para seguir llevándolos con sus palabras y sus acciones a que culminen el proyecto evangelizador que él mismo comenzó. Jesús les decía: “Si me amáis cumpliréis mis mandamientos. Y yo os digo que estaré con vosotros y vosotros conmigo”  

 El drama de la separación de su Maestro supone una crisis, ya que Jesús es su único valor, el centro de sus vidas, Jesús cree en sus discípulos más de lo que ellos creen en sí mismos por eso les envía el Espíritu; no quiere que se queden solos. Él mismo pedirá a su Padre que envíe el Espíritu para que siempre esté con ellos, que sientan su presencia: “El Espíritu de la verdad”.  

 Este Espíritu no se encuentra en los libros. Este Espíritu vive en cada uno de nosotros, es nuestra fuerza, nuestra luz, nuestro amor y hemos de acogerlo con nuestro corazón abierto de par en par y dejarnos transformar por Él. 

 Pero este espíritu, no nos convierte en poseedores de la verdad absoluta sino en los testigos de la verdad del evangelio. El Espíritu se encuentra en cada uno de nosotros y nos ayuda a no apartarnos de Jesús y a vivir la verdad. 

Jesús sabe que, con el paso de los años, lo seguiremos recordando y también recordaremos sus palabras y sus acciones, pero que se nos va a olvidar que dentro de nosotros también está Dios con toda su fuerza y su gran amor; por eso manda el Espíritu. 

¿Quién anunciará la Buena noticia en un mundo que necesita esperanza y amor? 

Quién cumple el mandamiento de amor que Jesús nos enseñó con palabras y nos mostró con su entrega.  “Dónde hay caridad y amor, allí está Dios”. 

De esa forma, el espíritu se podrá hacer presente, podrá manifestarse a muchos más que lo necesitan y no lo encuentran. 

Jesús también nos dice que si nos entregamos a Dios nos dolerá a veces, pero es el camino para acercarnos a Él. 

Seremos nosotros quienes debemos anunciar con nuestras obras y nuestra vida la gran noticia, y todo será gracias al Espíritu que nos guía y nos protege. 

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