Hace unos días, el Colegio del Sagrado Corazón de Fuerteventura dijo adiós a las presencia de religiosas en él. Tras 58 años de labor de una comunidad en el colegio y en la isla, se cierra una etapa y se recogen muchos frutos.
Marta Patallo, antigua alumna y periodista, lo recoge así en «Radio Insular Fuerteventura»:
El Sagrado Corazón dice adiós a las religiosas tras 58 años de labor en pro de la educación
El viernes tuvo lugar un acto de despedida oficial en el CEIP con la presencia de exalumnos, familias y estudiantes
Resulta difícil, si no imposible, imaginar el CEIP Sagrado Corazón sin Religiosas. Quizá sea la percepción sesgada de una antigua alumna, pero tras preguntar a unos cuantos asistentes al acto de ayer, un acto de despedida, es evidente que se trata de un sentir general.
Magdalena Sofía fundó el primer colegio del Sagrado Corazón en 1801, en Amiens, Francia. Para cuando falleció ya eran 158 las escuelas que se repartían por el mundo.En 1846 se abrió la primera en España, y hace 58 años la obra educadora de Sofía llegaba a Fuerteventura.
En 1966 comenzó la andadura el colegio en la Isla, y con los años ha ido evolucionando, cambiando y creciendo hasta ser lo que es hoy. Pero si algo ha permanecido inalterable, es la presencia constante de las Religiosas. En las aulas impartiendo clase, en la portería acogiendo al alumnado al comienzo de las clases en la mañana, en el patio pendientes de que no hubiera percances… Pero es una presencia que se ha ido reduciendo.
A día de hoy quedan únicamente dos en el centro de Fuerteventura, Margarita y Loli, y cada vez son menos en todos los colegios de la fundación. Muchas de ellas ya no se dedican a la enseñanza, sino a otras labores.
Y por eso ayer, viernes 19 de abril, de alguna forma, se cerraba un ciclo. Tras 58 años al servicio de la educación en Fuerteventura, y más de 200 en todo el mundo, el Colegio celebraba una eucaristía para despedirlas oficialmente. No sólo el actual alumnado del colegio asistió. Profesores, algunos ya jubilados, familiares, antiguos estudiantes… Todos quisieron participar ayer en un acto que marca un antes y un después en la historia del centro.
Desde 2020 esta red de colegios con más de dos siglos de historia se ha convertido en la Fundación Sofía Barat. Tras hablar con las codirectoras en funciones del centro majorero, Maria José Rodríguez y Noemi Acedo, es un cambio que realmente tiene un efecto a nivel administrativo. De hecho, comentan, seguirá siendo un colegio católico, y se mantendrán los valores, las enseñanzas, y las fiestas propias como el Día de Mater o el Día de la fundadora. Mantendrán ese “carácter propio” que ha marcado la obra educadora de todos los colegios del Sagrado Corazón.
Y aun así, aunque en esencia todo vaya a seguir igual, nada va a ser lo mismo. Un pensamiento común en el acto que tuvo lugar en el patio del centro donde muchos crecimos. Una despedida oficial, como se merecen no sólo Margarita o Loli, sino Aida Rosa, Pilar, la hermana Raigón y todas las Religiosas que han dejado su semilla en el colegio durante sus primeros 58 años de historia y al que siempre van a pertenecer aunque ya no transiten sus pasillos.
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