Epidemias en la Sociedad del Sagrado Corazón en la vida de Magdalena Sofía Barat (1779-1865)
Fuente. Web internacional RSCJ
En el curso de su larga vida, Sofía Barat experimentó varias oleadas de epidemias que afectaron profundamente a las comunidades y los colegios. El cólera fue una epidemia frecuente y recurrente y causó miles de muertes en todo el mundo. Era una enfermedad de propagación lenta que migró paulatinamente y luego estalló intensamente, en diferentes momentos en diferentes países. El cólera que azotó París en 1832 se originó en la India en 1816, luego emigró a China, a Rusia, a Polonia y saltó a Inglaterra. Francia esperaba que se salvara, pero la enfermedad golpeó la ciudad de París en 1832 y se extendió por todo el país. Solamente en París murieron 20,000. En toda Francia murieron 100.000. Con el tiempo, esa enfermedad emigró a América del Norte y Canadá y regresó a Europa. El cólera golpeó la ciudad de Roma en 1836 cuando Sofía se hospedaba en la Villa Lante. Al mostrar cuán al azar se propagó, el cólera no golpeó a Villa Lante, pero la comunidad y las estudiantes de la trinidad del Monte justo al otro lado del Tíber, fueron gravemente afectadas por la enfermedad. Varias religiosas y alumnas murieron.
Estos son solo dos ejemplos. Sofía Barat mostró su creatividad y movilidad cuando se enfrentaba a epidemias, y su visión práctica la llevó a tomar decisiones rápidamente. Esto está claro en sus cartas circulares a la Sociedad, en sus cartas personales a las superioras así como en sus cartas a las ecónomas, a las encargadas de la cocina, lavandería, limpieza de la casa, enfermerías y granjas. Su deseo más frecuentemente expresado era que las superioras de las comunidades y los colegios tomaran medidas preventivas serias para salvaguardar la salud de las comunidades y las alumnas. Pidió que se vigilara cuidadosamente la calidad de los alimentos y el descanso adecuado, y específicamente nombró los alimentos básicos que deberían ser de buena calidad y que deberían proporcionarse a las cocineras en cada cocina. De esta manera, las hermanas en las comunidades y las estudiantes en los colegios podrían protegerse de los resfriados y las fiebres que las hicieran vulnerables al impacto de las epidemias. También exigió a que se buscara con frecuencia la opinión de médicos autorizados. Sin embargo, muchas murieron y esto causó su inmenso dolor. Otras enfermedades de proporciones epidémicas también ocurrieron en la vida de Sofía, entre ellas la viruela (que tuvo de niña), la malaria y la difteria. Sin embargo, la enfermedad que más golpeó a la Sociedad, y probablemente más que el cólera, fue la tuberculosis, también conocida como la «Peste Blanca». Se transmitía fácilmente por tos y estornudos, y mató a muchas jóvenes religiosas y alumnas.
Estrechamente vinculadas a la experiencia de epidemias de la Sociedad vivieron una sucesión de guerras del momento en Europa, desde la Revolución Francesa en 1789 hasta las revoluciones en 1830, 1848 y 1860. Esto también interrumpió la vida de las comunidades y colegios, en la medida en que los colegios tuvieron que ser cerrados temporalmente y las comunidades dispersadas. En las guerras, los colegios y las casas de las religiosas con frecuencia se convertían en hospitales militares. Anticipándose a esto, y para proteger a la comunidad y los colegios, durante la Revolución de 1848 en París, Sofía Barat se ofreció a cuidar a los soldados heridos en el Hôtel Biron, en la rue de Varenne evitando que el edificio fuese requisado y saqueado. El gobierno de la Sociedad también sufrió. Los Consejos Generales tuvieron que posponerse, a veces por varios años, y ciertamente entre 1842 y 1851, y 1860-1864. Finalmente, a raíz de epidemias, guerras y revoluciones, muchas mujeres en la Sociedad sufrieron graves traumas y algunas nunca se recuperaron por completo. Algunas sufrieron graves crisis y Sofía tuvo que hallar sanatorios o asilos adecuados para ellas, siempre esperando que pudieran regresar a sus comunidades. Para su gran consuelo algunas lo hicieron.
Los detalles de todos estos temas se registran en las 14,000 cartas originales de Sofía Barat, que se encuentran en los Archivos Generales de la Sociedad del Sagrado Corazón, Villa Lante, Roma. También se encuentran cartas de las comunidades, diarios y registros, diarios e historiales escolares, certificados de defunción y expedientes médicos.
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