Entrevista a Alejandro Ortiz

Colombiano, licenciado en filología y literatura hispánica. Hizo el curso de auxiliar de geriatría de ASTI Torrejón de Ardoz y trabaja unas horas con un anciano.  

Entrevista a Alejandro Ortiz¿Cómo conociste el proyecto? 

Este proyecto que lleva desarrollando ASTI ya hace varios años, lo conocimos gracias a una amiga muy especial que lleva mucho tiempo viviendo aquí en Torrejón de Ardoz. Alguien nos comentó que allí ofrecen ayuda, dan diversos cursos de formación para inmigrantes a bajos costos, para poder acceder a diversos empleos y además de esto, tienen servicio de asesoría jurídica gratuito para todas aquellas consultas de tipo migratorio. 

 ¿Qué te hizo ponerte en contacto con él? 

La bonita labor que han venido llevando a cabo para ayudarnos a nosotros como inmigrantes, los cursos de formación que, además de enriquecernos con nuevos conocimientos en diferentes oficios, nos permiten conocer e integrarnos con personas de diferentes nacionalidades y culturas. 

¿Cuál ha sido tu experiencia en el tiempo que llevas dentro del proyecto? 

Ha sido una experiencia muy significativa para nuestras vidas, ya que, aparte de haber generado muchos cambios en nosotros, tanto a nivel personal como profesional, nos ha llevado a vivir una serie de situaciones que nunca nos imaginábamos pasar y que de una u otra manera, han dejado huella. 

¿Qué es lo que más te ha marcado en este tiempo que llevas en el proyecto? 

Todo el recorrido que debemos enfrentar como inmigrantes, teniendo en cuenta que salir de nuestros países y empezar prácticamente de cero en un lugar donde todo es totalmente diferente no nos es nada fácil. Bien dicen por ahí que “emigrar es de valientes”. 

 ¿Te has planteado (en el caso de que sea posible) llegar a ser en un futuro un voluntari@ que ayude a otras personas que hayan pasado por circunstancias como la tuya? 

La verdad es que . Después de todas las anécdotas buenas y no tan buenas que hemos pasado desde que llegamos a España y aquí a Torrejón de Ardoz, no estaría de más dar una manita a todas aquellas personas que sigan migrando y de una u otra manera, hacerles sentir como si estuvieran en su casa y que no están solos. 

 

Ir al contenido