EN CLAVE RSCJ | «Novedad» por Lolita Monedero

Estos días, estos meses ya,  “de retiro” dan mucho tiempo para todo: vivir  en tu cuarto con tus recuerdos y tus cosas, bajar a tu interior, reconocer tu yo y su Presencia, y reorganizarte, poner orden y romper papeles…  ¿Cómo van siendo para mí estos días?, ¿En qué clave los vivo?,

Larga lista de palabras han procesionado  por mi mente: agradecimiento, alegría, confianza, seguridad…

Todas me gustaban, tenían sentido, pero algo le faltaba a cada una para definirme y dar una fotografía de mi ser y mi pensar.   ¿Acaso el miedo, duda, inquietud o algo de decepción? No, en absoluto. Yo veía la vida en positivo, con horizontes; y nuevas palabras venían a sustituir a las primeras: positividad,  luz, optimismo, roca, mano amiga…   Y  llegó la definitiva, a la cola de todas ellas, la palabra  CLAVE: “NOVEDAD”

Y es que este confinamiento no es para siempre. Es el secreto a gritos al oído de cada uno. Es un ¡alerta! que resuena por todo el mundo: ¡Hay que cambiar! El 2020 ha estrellado sus días contra el muro, no hay  posibilidades de un más allá por esa ruta. No hay paso…

Y es que este confinamiento no es para siempre Clic para tuitear

Pero sí hay futuro, siempre hay futuro.

Saldremos de esta de  una manera nueva. Habremos aprendido a vivir.

La vida se nos brinda con otro color y con otra luz. Sabremos  reconocer a las personas en su verdadero yo (sin caretas, ni coturnos). Se alargará la fila de los amigos y de los cercanos.

Nos sonarán a nuevas algunas palabras del diccionario y nos hará ilusión estrenarlas: respeto, ayuda, justicia, honradez, sexo, política…

Ante nosotros, una misión. Nuestro Padre Dios nos la encomendó en los primeros días del Paraíso: completar su creación.

También hoy, en tiempo de crisis, como en Egipto o Babilonia, viene  el Señor a decirnos que es tiempo de renovación. Viene a zarandear nuestras conciencias y a remover nuestros corazones. Nos anima a abandonar la languidez y a soplar nuestras brasas para que brote el fuego.

Por boca de los Profetas nos dice:

“Como el cielo nuevo y la tierra nueva, que voy a hacer, durarán ante mí    -oráculo del Señor-así durará vuestra estirpe y vuestro nombre.” (Isaías 66,22)

“Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne”. (Ezequiel 36,26)

Y con palabras de Juan:

“Vi entonces un cielo nuevo y una tierra nueva porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido”.(Apocalipsis 21,1)

Es tarea de todos, codo con codo, aunque sea a 2m. de distancia. A mí, personalmente, en la pequeña que me toca, me animan estas palabras:

“Se cansan los muchachos , se fatigan, los jóvenes tropiezan y vacilan; pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas”   (Isaías 40,30)

Ir al contenido