EN CLAVE RSCJ | «Esencial» por Paqui Rodríguez

Este tiempo de Pascua, de alegría gozosa de la resurrección, os ofrecemos una serie de comentarios escritos por Religiosas del Sagrado Corazón (RSCJ) a partir de una palabra clave que surge de la experiencia de confinamiento. Con ellos, queremos compartir una mirada propia sobre este momento de nuestro mundo, y sobre la nueva realidad en la que nos vamos a mover. 

Si tengo que poner una palabra a este tiempo, esa palabra sería  “esencial”. De repente, es una palabra que escuchamos sin parar: trabajos y servicios esenciales, establecimientos esenciales, sectores esenciales… Cuando compartimos de fondo, hablamos de que estamos volviendo a lo esencial, de la necesidad de ser conscientes de ello…

El diccionario define “esencial” así: “Que es importante y necesario, de tal forma que no se puede prescindir de ello”. También yo este tiempo estoy poco a poco, en medio de las conversaciones, los encuentros, las reuniones, el trabajo, las decisiones, etc contactando con lo que es esencial, con aquello de lo que no puedo, de lo que no podemos prescindir… Y sí, al hilo de lo que canta Álvaro Fraile en su canción “Tú me salvas”, vivo este tiempo pasando continuamente de lo importante a lo que importa.

Estoy convencida de que, lo más importante que tenemos las personas nos ha sido dado y es la capacidad de amar. Estos días me siento muy confirmada en eso. Aprendo que es esencial lo que nos nutre y  Aquel y aquello que le da sentido a mi vida toda. Aprendo que es esencial estar cerca (de la manera que la vida nos deje y nos invite a hacerlo), que hay palabras que se convierten en esenciales, que la compasión y el silencio están en esa categoría para mí, que reconocer nuestra pobreza y vulnerabilidad también lo es, que la gratitud lo es y que buscar a Dios en tiempos de oscuridad se convierte en esencial… En este sentido me acompaña este tiempo un texto del diario de Etty Hillesum:

“Sólo una cosa es para mí cada vez más evidente: que tú no puedes ayudarnos, que debemos ayudarte a ti, y así nos ayudaremos a nosotros mismos. Es lo único que tiene importancia en estos tiempos, Dios: salvar un fragmento de ti en nosotros. Tal vez así podamos hacer algo por resucitarte en los corazones desolados de la gente.”

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