EN CLAVE RSCJ | AMOR, ¡con mayúscula! por Amelia Ferrandis
En nuestra sociedad del bienestar en la que estábamos instalados, y que nos parecía tener todo bajo dominio, nunca pensamos en cosa alguna que nos pudiera tumbar. ¿No seríamos ciegos o al menos miopes al verlo así?
Sí, hemos sido alcanzados por un tsunami, pero no hemos sido engullidos por la ola. Algo terrible nos llegó. Nos dejó en “schok”, sin palabras, sin una primera reacción, atónitos… hemos tenido que lidiar con el miedo, la inseguridad, la desconfianza… cuánto sufrimiento y dolor propio o cercano estamos viviendo. ¡Cuántas “heridas” habrá que sanar!
Y… a pesar de todo, algo nos está “salvando”.
Estamos viviendo la generosidad y entrega de tantas personas que arriesgan sus vidas para salvar las ajenas; de otras que, calladamente, se afanan por acompañar, cuidar, alojar, alimentar…a los que lo pasan mal, y tantos otros gestos. ¡Hemos sido capaces de salir de nuestro “yo” para alcanzar la necesidad de “los otros”!
Dice V.Frankl: “si la realidad es buena, disfrútala; si es mala transfórmala y si no se puede transformar, transfórmate tú”. ¿Será la ocasión propicia de atreverse y hacerlo?
En el tiempo normal, ni siquiera vemos la necesidad de «aquietar» nuestro espíritu para que emerja lo mejor de cada uno/a.
Este es nuestro gran regalo: Descubrir que estamos habitados por el AMOR.
Todos lo podemos disfrutar, sin discriminación. Solo hay que abrirle paso en nuestro interior, y dejar que fluya; es la fuerza que nos transforma, nos lanza hacia los demás para hacer el bien y nos abre al futuro.
Demos el primer paso firme y humildemente, y no perdamos la Esperanza. ¡Nuestro mundo nos espera!
Amelia me han encantado todas tus palabras al respecto. Sobre todo el final en el que leo que no perdamos la Esperanza, jamás hay que perder ese horizonte que nos muestra Jesús. Me dio mucha alegría leerte. Espero que todo esté bien. Un fuerte abrazo.
Adelina Gimeno Navarro