El mundo de la emigración, el Covid 19

por Leticia Thomas, rscj

Centro de Integración Inmigrantes Torrejón

Dos realidades  que comparten un común denominador de cualidades, de brutales cualidades. Ambos términos son de por sí mundiales, amenazan a nivel global
Ambos términos son de por sí imparables
Ambos términos tienen el mismo origen: la codicia humana
Ambos términos confrontan, casi por igual, nuestras conciencias adormecidas

Parece que el fenómeno migratorio es anterior. Tan anterior como la historia de la humanidad, siempre en busca de mejores pastos,  de mejores climas, de mejores condiciones de vida. En general, han emigrado siempre los más capaces, los más audaces, los más ambiciosos. Rara vez los más desesperado, pero también. Emigrantes han construido países, ciudades, realidades pujantes de vida y futuro. Han dejado atrás vidas imposibles o mediocres, raíces, formas habituales de vivir y relacionarse y marcharon hacia lo desconocido con tesón increíble.

¿Qué empuja hoy a millones de personas que buscan una tierra prometida que nadie les ha prometido? Clic para tuitear

¿Esto es sólo pasado?  ¿Qué empuja hoy a millones de personas que buscan una tierra prometida que nadie les ha prometido?  En las fronteras de Europa, EEUU, se agolpan a millares, sin perder la esperanza de conseguir cruzarlas, las víctimas de todas las guerras, todas las dictaduras, todas las hambrunas… A veces sin poder avanzar, y sin poder retroceder porque detrás no queda nada para ellos.

Otros, con más suerte, en avión o en patera han conseguido llegar a esa tierra “que mana leche y miel”. Digamos mejor hiel, pues para muy pocos resulta “la tierra de sus sueños”. Paro, precariedad, inseguridad, racismo “disfrazado”, mala acogida…

Y entra en escena el otro protagonista: el covid 19

Antes de él fueron el cólera, la peste, la gripe española, el ébola etc. Grandes epidemias que diezmaban las poblaciones, igualando en su ataque a todos los estratos sociales pues tanto moría el rey como el campesino. O casi. Y no estábamos preparados para otro ataque de esas características, protegidísimos como estamos por la ciencia, la medicina, la tecnología… y esa estúpida superioridad del ser humano del siglo XXI que casi aspira a ser dios. ¿Qué ha pasado? Nadie creyó que esa enfermedad china, con tantos millones de chinos por matar, se fuera a descontrolar, ni que viajando a pie, en tren, en coche y hasta en avión pudiera amenazar nuestras vidas, nuestras costumbres, economías etc. Hoy día hay millones de contagiados y muchos miles de muertos.

¿Cómo ha sido la colisión de estas dos realidades, EMIGRACIÓN Y COVID 19?

El Covid 19, por su forma de transmisión, se mueve a sus  anchas en las aglomeraciones, en las zonas superpobladas, en las casitas en las que se hacinan demasiadas personas, en los lugares en los que escasea el agua o donde no se puede hacer confinamiento porque hay que buscar el sustento de cada día.

¿Qué ocurre en los campos de refugiados, en los suburbios de las grandes ciudades, en los guetos de todo el mundo?

Y ¿Dónde está el mundo de la emigración en su inmensa mayoría?

Esta pandemia no está igualando las clases sociales. Salvo algún zarpazo inesperado que merece unos minutos en el telediario, la inmensa mayoría de víctimas son “nadies”, seres humanos que sobrevivían precariamente antes, y que ya no pueden sobrevivir, porque carecían de agua, higiene, alimento adecuado, atención médica. Y según dónde caes puedes tener una sepultura “decentita” o una fosa común.

El mundo que hemos construido está bien para unos pocos, y muy mal para la mayoría de la humanidad. Clic para tuitear

¿Qué hemos hecho de los DERECHOS HUMANOS? Ya no nos asombra que las personas puedan vivir en el umbral de la pobreza más severa, que tengan que vivir hacinados en campos de refugiados, sin derechos, sin dignidad, sin libertad incluso. El mundo que hemos construido está bien para unos pocos, y muy mal para la mayoría de la humanidad. ¿Podríamos aprender de esta crisis para abrir los ojos? Simplemente abrir los ojos, mirar, escuchar, atender, llorar, compartir, aprender a tener menos, abrir también el corazón. Y hacer algo, que es labor de todos!

 

FE DE ERRATAS

El Equipo de Comunicación RSCJ España comunica la existencia de una errata en la versión de soporte papel de este artículo, en concreto el corte de la última frase que enlaza las dos columnas de la página 23 de la revista, cambiando el sentido de lo escrito. Lamentamos este error y pedimos disculpas a la autora.

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