Adela Cortina, doctora honoris causa en Barcelona
Recogemos el testimonio de Marisol Soler, rscj, sobre los inicios de su relación con Adela Cortina, que acaba de ser nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Barcelona el pasado 25 de mayo de 2022. Ex-alumna del colegio de Godella (Valencia) siempre se ha sentido muy vinculada su colegio, del que ha afirmado “fue parte esencial de mi vida desde los cinco a los diecisiete años. (…) Allí aprendí que todo hombre es igual en valor, que la justicia empieza por el cuidado de los débiles, que el amor supera a la justicia, aunque no la sustituya, y que es una alegre noticia, una buena noticia, que Dios exista”.
Adela Cortina es un referente mundial en el ámbito de la Ética y la Filosofía política.
Al llegar al colegio de Godella, Marisol Soler trabajó con Jesús Conill, Adela Cortina y Carmenchu Azcárraga, rscj, haciendo equipo para dar religión a los alumnos mayores, tres clases de 18 años, dos horas semanales, seguidas “ad experimentum” según Inspección. Ellos participaban ya en una comunidad cristiana de base en el barrio de El Cristo, donde estaba de párroco Salvador Aguilar, que vivía con chicos de la calle.
Siguen las palabras de Marisol: Como yo tenía recién estrenada la Teología de cinco años en Deusto, coordinaba y orientaba ese delicioso equipo pastoral y educativo, en el que dialogábamos y profundizábamos un montón sobre diversos temas. Luego yo daba en cada clase una orientación de 20-30 minutos, grupos de diálogo de los alumnos, y puesta en común.
Creo que aquello duró dos años, el Inspector no nos dejó más. Una pena. Ellos -Adela y Jesús- se fueron a Alemania y cuando volvieron, venían a la Comunidad, como con Ximo García Roca o Antonio Duato y sobre todo con José Ignacio González Faus, Amparo Muñoz (Catedrática de ética de Instituto) Y Ricardo, Rosa Cardós, Agustín Domingo Moratalla, etc.. solíamos tener Eucaristía y cena con sobremesa interesantísima.
Recuerdo también que Adela nos dio alguna charla en Asambleas Provinciales de la entonces Provincia España norte, sobre Ética de mínimos, y luego nos hemos encontrado aquí, en Pamplona, cuando ha venido al Foro Gogoa o en el último Congreso de Neurociencia (ellos dos sobre “Neurociencia y ética”).
No puedo decir más que es una mujer lúcida, honesta, profundamente cristiana, con gran amor al Colegio de Godella, apasionada, pero equilibrada por su extraordinaria cabeza y capacidad de razonamiento, comprometida con la realidad (creadora del término “aporofobia», incorporado recientemente por la RAE, a raíz de su libro “Aporofobia. El rechazo al pobre”)
Destacan sus libros sobre Ética: “Ética de mínimos”, “Ética cosmopolita”, “Ética sin moral”, “Ética de la empresa… que han orientado enormemente a gente muy diversa, incluso a empresas. Adela preside la Fundación Étnor para la Ética de los Negocios y las Organizaciones, con sede en Valencia.
Es muy amena y viva en sus conferencias, y escribe artículos muy sopesados y clarificadores sobre temas de actualidad en el periódico El País.
Dos grandes personas, dos grandes amigos