[vc_row][vc_column][vc_column_text]
Acción de gracias de la comunidad de Martil
[/vc_column_text][vc_column_text]
[/vc_column_text][vc_separator][vc_column_text]
Hace dos años, llegábamos a Tetuán, cruzando la frontera de Ceuta. En medio del caos de la frontera, nos esperaba un mejicano grande y simpático que nos buscaba en medio de la gente y el barullo. Allí estaba Ángel. Ya en Tetuán, Antonio Seoanes y Antonio Alcalde y Charlene nos recibían con lo mejor de ellos mismos: conversación interesante y una bonita mesa preparada con muchísimo cariño. Desde entonces y hasta ahora, vuestra casa y vuestra comunidad siempre han estado abiertas para nosotras: sentido del humor, palabra oportuna, mesa acogedora y apoyo incondicional. Gracias por tanto compartido en este tiempo!
Después llegaron las reuniones y el equipo de migraciones. Cuántas palabras escritas, pero sobre todo, cuántos sueños y proyectos gestados juntos! Gracias Sebastián, Margarita, Ángel, por formar parte de ese primer germen de lo que luego hemos podido disfrutar juntos
y la sala se empezó a llenar de vida y de gente. Al proyecto os fuisteis uniendo otros y otras, y seguimos proyectando: duchas, ropas, lavadoras, grupo de mujeres, juegos con los niños, talleres, partidas apasionantes de ping pong, y una mesa compartida que todos esperábamos cada semana. Gracias Zaida, Jenny, Ahmed… y Khalid; todos vosotros habéis ido haciendo que el espacio fuera cada vez más acogedor y fraterno.
Poco a poco y día a día, el proyecto fue cobrando vida y fue llenándose de rostros y nombres. Sería imposible nombrar a todos; los que estáis hoy aquí, representáis a tantos otros que han pasado por Tetuán y hoy siguen persiguiendo sus sueños en otros lugares. Vinimos a ofreceros un lugar de acogida, y nos hemos sentido acogidas por vosotros. Gracias por tanta confianza y cariño, gracias por compartir vuestras vidas, gracias por dejarnos aprender con vosotros.
Y todo esto, celebrando la fe y la vida en esta comunidad parroquial: una comunidad parroquial pequeña y sencilla , con la sencillez del evangelio, el compromiso hacia los más vulnerables y la vida compartida en medio de este pueblo marroquí que nos acoge cada día. Una comunidad diversa y universal, en la que hemos compartido la fe y la vida. Junto con Pilar y Carmen hemos aprendido que lo importante es el día a día, lo cotidiano, las relaciones sencillas, gracias hermanas!
Ha llegado el momento, es un momento difícil, decir adiós cuesta… pero lo nuestro no va a ser un ADIÓS, es un hasta pronto! os llevamos dentro del corazón. Muchos habéis dejado atrás personas queridas, familia, amigos, país para estar aquí y el camino sigue… nos habéis enseñado a vivir el presente y darlo todo, eso es lo que hemos intentado vivir aquí entre vosotros, darlo todo, con nuestros límites y nuestros dones… Gracias por habernos enseñado a sentirnos como en casa, a mantener la mirada centrada en el Señor. Desde hace meses como comunidad estamos reflexionando, rezando y discerniendo donde el Espíritu nos empuja a estar, cual es el lugar donde acompañar a las personas migrantes en el norte de Marruecos. Junto con nuestras provincias, en julio vimos la posibilidad de acercarnos a Oujda y es allí donde nos dirigimos como comunidad. Ana regresa a España y Rosa y Montse seguimos el camino al este del país. Gracias a todos, amigos y amigas que nos habéis acompañado en este tramo del camino.
Contamos con vuestras oraciones y vuestro cariño en esta nueva etapa, contar vosotros con las nuestras.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
Comentarios recientes