8 de marzo: Celebrando a la niña

Fuente: RSCJ Internacional

Siempre me he sentido feliz de ser niña. Aparte de poder llevar ropa de colores, sombreros, moñas y zapatos, me emocionaba la vida que fluía en mí y el potencial de traer una vida humana al mundo. ¡Con qué gran regalo somos bendecidas las mujeres!

No obstante, nacida en una sociedad patriarcal, era consciente de que los hombres no me iban a dar la igualdad en bandeja. Reclamé mi lugar legítimo e igualitario en la sociedad aprovechando mi stree-sakti (poder de la mujer) y permitiendo que el rostro femenino de Dios tuviera prioridad en mis pensamientos, palabras y actos, liberando lenta y estratégicamente mi imaginación de los confines de la visión patriarcal del mundo. Imité a mi padre, epítome de la igualdad, a mi madre con su espíritu indomable, a mis maestras y a otras grandes mujeres del pasado y del presente.

También reflexioné profundamente sobre nuestros dones. Las mujeres se comprometen y se preocupan por los demás. Saben cómo restaurar, revivir y redimir, enorgulleciéndose de impulsar la felicidad y el bienestar de todos, no solo de su propia familia sino del VasudhaivaKutumbakam (el mundo entero, que es una sola familia). Las mujeres soportan, preservan, sostienen, ayudan, nutren, educan, inspiran y aconsejan. Las mujeres tienen hombros fuertes que soportan el peso del mundo y, sin embargo, esos mismos hombros son lo suficientemente suaves para llorar.

Al igual que la naturaleza, las mujeres son pacientes, sensibles, cariñosas y capaces de un amor incondicional. Con su habilidad para leer los signos de los tiempos, y los movimientos del Espíritu, son capaces de crear una nueva humanidad, liderando desde el frente, con una valentía ejemplar. Sacando lo bueno de los demás, su belleza se refleja en sus almas, en su cuidado y en sus palabras amables.

Entonces, ¿por qué las mujeres son objeto de un lenguaje vulgar y de violencia perpetrada por hombres y mujeres que fueron llevados en el vientre por sus madres durante nueve meses? Dejando de lado el resto de sus dones por un momento, ¿no es sagrada la capacidad de la mujer para crear vida?

Siempre me he sentido orgullosa y bendecida por ser mujer. ¿Y ustedes, mis queridas hermanas? En este Día Internacional de la Mujer de 2022, celebremos a las niñas, empoderémoslas con la igualdad e impregnémoslas de su merecida autoestima.

Dra. (Hna.) Mudita Menona Sodder RSCJ
12 febrero 2022

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