La segunda lectura, Colosenses 3.12-21, es el resumen de cómo debería actuar todo cristiano con sus seres queridos y aquellos que le rodean. Actuar desde el amor en todo momento.
Tiene mucho sobre lo que reflexionar en nuestras relaciones. Y si nos ponemos a repasarlas nos pellizca el corazón.
Actuar desde el amor en todo momento. Con la familia, la comunidad, los amigos, parece que roza lo posible. Con el resto de personas con las que interactuamos.., uf! No me pone eso en peligro? Da miedo.
Miedo. Es lo que frena, bloquea y ahoga al amor, a nuestros corazones. No lo confundamos con el respeto, o con la cautela. Podemos actuar desde el amor, podemos amar al otro sin necesidad de estar de acuerdo con él, o ceder a lo que nos pueda exigir. Podemos dar y podemos negar, desde el amor y el respeto.
¿Y qué hay del estrés y el cansancio por el ritmo de vida que llevamos? Cuando repaso el día, a menudo, tristemente me doy cuenta que me dejo llevar por ese ritmo externo, y me gustaría poder volver hacia atrás y actuar más conscientemente, a pesar del cansancio, más desde el corazón, desde el cariño, desde el amor y el respeto.
Este es el último domingo del año, y agradezco el encontrarme con esta lectura.
Hace mucho que no hago propósitos de año nuevo, pero eta vez quiero hacer uno, que con este me basta: ser más consciente y empeñarme a vivir cada día desde el amor. Se que muchas veces fallaré, pero algún día que otro podré decir que lo logré.
» Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo de la unidad. Y que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, a la cual en verdad fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos… «
Texto e imagen Ana Luengo Michel
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