Hazme una cruz sencilla, 
carpintero… 
sin añadidos 
ni ornamentos… 
que se vean desnudos 
los maderos, 
desnudos 
y decididamente rectos: 
los brazos en abrazo hacia la tierra, 
el astil disparándose a los cielos. 
Que no haya un solo adorno 
que distraiga este gesto: 
este equilibrio humano 
de los dos mandamientos… 
sencilla, sencilla… 
hazme una cruz sencilla, carpintero. 

León Felipe (1884-1968)

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