El lunes 20 de octubre, Fiesta de Mater Admirabilis, se celebró en Placeres la eucaristía de acción de gracias tras la decisión tomada del cierre de la comunidad de religiosas del Sagrado Corazón que han residido allí desde 1918.
Son 107 llenos de entrega, servicio, aprendizajes… y amistad con familias, vecinos, alumnos y alumnas… que nos llenan el corazón de gratitud. El colegio seguirá desempeñando su tarea educadora dentro de la Fundación Educativa Sofía Barat, pero sin la vecina comunidad de religiosas.
Os compartimos el texto de acción de gracias que se leyó al final de la eucaristía.
ACCIÓN DE GRACIAS expresada por Alicia Carro, rscj al final de la Eucaristía
Hoy nos encontramos ante un momento que no es fácil, pero sí lleno de sentido: el momento de dar gracias.
Desde lo más hondo del corazón, las Religiosas del Sagrado Corazón de Jesús queremos agradecer a Dios y a cada uno de vosotros por formar parte de esta comunidad, de entrar en vuestras vidas desde que llegamos a este lugar en 1918. En Placeres, vivimos una misión que brota del carisma de nuestra fundadora, Santa Magdalena Sofía Barat, una mujer apasionada por Dios y convencida de que la educación es un camino, para transformar la sociedad desde el interior, desde el corazón.
Con ese espíritu llegamos a esta tierra, y aquí nos quedamos, acompañando a niños, niñas y jóvenes, caminando con las familias, colaborando con la parroquia y compartiendo la vida con todos vosotros.
¡Cuántos nombres, cuántas historias, cuántos encuentros han llenado estos años! Gracias al colegio, que fue el centro de nuestra misión. A sus equipos docentes y no docentes, por el trabajo codo a codo, por su compromiso con la educación, por su cercanía, cariño, alegría y calidez.
Gracias a los alumnos, presentes y pasados: vosotros habéis sido el verdadero regalo de nuestra vocación. Seguras de que en vuestros corazones hay algún recuerdo de alguna de las Religiosas.
Gracias a las familias, por confiar en nosotras y permitirnos acompañar el crecimiento de vuestros hijos e hijas. Por vuestro apoyo, cariño, por vuestras preguntas y desafíos, que nos hicieron crecer.
Gracias a esta parroquia, a este pueblo de Placeres, que siempre nos acogió como si fuésemos de casa. Porque lo fuimos. Lo somos y lo seguiremos siendo.
Hoy, al cerrar esta etapa, no nos vamos con las manos vacías. Nos llevamos tanto vivido, tanto compartido, tanto aprendido.
Nos llevamos historias, risas, lágrimas, oraciones, silencios. Nos llevamos vuestros rostros.
Y sobre todo, nos llevamos la certeza de que Dios ha estado presente en cada paso.
No podemos dejar de dar gracias también por cada hermana que pasó por esta casa, por las que sembraron con paciencia, por las que acompañaron con ternura, por las que educaron con firmeza y amor. Y por aquellas que hoy ya no están entre nosotras, pero que siguen presentes en esta historia de salvación.
Gracias por todos estos años, gracias por el cariño, por la amabilidad y por la fe compartida. Os llevamos en nuestro corazón.
Que o Corazón de Xesús siga sendo o centro, a forza e a luz desta comunidade educativa.






Gracias por la vida compartida . Por tanto amor derramado. Que Jesús les recompense todo lo que nos han dado con generosidad y desvelo