Las jóvenes profesas de ESP-POL acompañadas por el equipo formación inicial, hemos tenido un encuentro en Oujda, del 1 al 4 de mayo.

Urszula Krajewska PVT (Polonia), Alejandra de la Riva PVT (España), Alicia Carro PVT (España), Mamen Díaz y Montse Prats, encargadas de Formación Inicial y Rosa Ros, de la Congregación de Jesús María que forma parte de la comunidad de Oujda.

El tema en el que estamos profundizando este año es el voto de pobreza y nuestro corto tiempo en Oujda, nos ha ayudado a experimentar bien de cerca este voto en medio de los más pobres y necesitados.

¿Quiénes son los pobres de ese lugar? Hablamos de la migración, de las personas que salen de sus países por diferentes motivos en busca de una mejor vida. En la ruta hasta llegar a Oujda son muchos los obstáculos que tienen que saltar y no todos llegan a ese lugar de acogida, descanso, sanación, escucha, que tanto anhelan.

Al hilo de esta dura realidad, también hemos podido compartir sobre momentos o experiencias que nos han hecho tocar otras caras de la pobreza: en su dimensión más existencial, hablamos de esos espacios donde hemos sido invisibles, no tomadas en cuenta, no valoradas, ignoradas…; y en una dimensión más personal, compartimos experiencias donde hemos tocado los propios límites y fragilidad que nos hacen caer en la cuenta de la necesidad que tenemos de Dios y de los demás.

Montse Prats y Rosa Ros nos han abierto con mucha sencillez, cariño y cercanía las puertas de la comunidad y de sus vidas, nos han compartido la misión en su día a día con los más vulnerables, lo que nos ha ayudado a poner rostro y nombre al drama de la migración que vivimos en nuestro tiempo.

En los ratos que hemos pasado junto a las mujeres y hombres que llegan de distintos sitios de África, jugamos, sonreímos y nos comunicamos como hemos podido, y a la vez, contemplamos cómo en cada de uno de ellos se hacía bien presente el rostro de Jesús. En medio de tanto olor, el más oloroso era el “Olor a Evangelio”.

Desde el primer momento nos sentimos invitadas a entrar descalzas en una “Tierra Sagrada” en la que nos hemos descubierto y confiado las unas en las otras a lo largo de todo el encuentro, constatando que desde la fragilidad podemos crear vínculos fuertes y profundos. Fue precioso el ambiente que creamos juntas.

Queremos agradecer a la comunidad de Oujda su acogida y especialmente su misión en ese lugar. Pedimos oración por Montse y Rosa para que el Señor las siga fortaleciendo en su trabajo allí, y quién sabe, les bendiga con más compañeras de misión. También deciros, que, si en algún momento tenéis la oportunidad de visitar Oujda, no lo dudéis, porque ese lugar es un buen sitio para sanar nuestra pobreza, al punto de convertirla en riqueza.

Con cariño y agradecimiento,

Alicia Carro, Alejandra de la Riva y Ula Krajewska

Encuentro en Oujda
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