Recuerdos que durarán siempre

Las vacaciones son el momento más ansiado por cualquier persona para descansar, salir de la rutina y encontrar ese tiempo para uno mismo que tanto necesitamos hoy en día. Pero, cuando hablamos de vacaciones en familia, parece que todo se complica. ¿Es posible viajar con niños y no morir en el intento? ¿Merece la pena ir a otro país/ciudad cuando se tienen hijos pequeños? Os cuento mi experiencia viajera. 

Desde siempre me ha fascinado conocer lugares y viajar. He tenido la gran suerte de poder hacerlo desde bien joven. Cuando tenía 10 años, poco después de fallecer mi padre, fui a Tierra Santa con mi madre y mis tíos. A pesar de ser tan pequeña, recuerdo perfectamente el viaje en avión, las cosquillas en la barriga al despegar, olores y paisajes que se te quedan en la retina de una cultura totalmente diferente a la tuya. Después vendrían viajes de estudios con el colegio, intercambio de idiomas e incluso una experiencia de voluntariado en México durante un verano entero. De cada uno de esos viajes se guardan recuerdos, no solo en la memoria, sino también en fotografías, vídeos y objetos que se atesoran como algo irrepetible.  

verano en familia por Pilar García Muñoz

Más tarde, ya en pareja, he podido seguir viajando y conociendo lugares maravillosos. Pero, al llegar los hijos, muchas veces se piensa que es imposible continuar descubriendo el mundo y que con ellos se acaban los viajes. Mi planteamiento es que se puede y se debe viajar con los hijos. Es una oportunidad única de enseñarles a desenvolverse en la vida: desde el momento en el que se planea el viaje, buscar destinos en un mapa, investigar sobre ese lugar… hasta saber esperar en una cola, preguntar en otro idioma o comer comidas típicas de ese sitio. Los viajes son un estímulo para su creatividad y su aprendizaje. Visitar monumentos históricos, museos, formaciones geológicas… les da la oportunidad de aprender sobre las diferentes culturas y ciencias. Ellos son curiosos por naturaleza y el hecho de descubrir todo eso en familia, es un plus. 

Mi marido y yo somos los dos maestros, así que tenemos la gran suerte de disfrutar de las mismas vacaciones que nuestros hijos. Es una suerte y, por ese motivo, no me planteo dejarlos en un campamento o al cuidado de otra persona, para viajar sin ellos. Nos encanta el turismo de playa, aunque también las grandes capitales europeas. En ocasiones vamos a hoteles, pero lo que más nos gusta es viajar en autocaravana, un modelo de recorrer el mundo que en estos últimos años se ha puesto de moda. Y no es para menos, ya que te permite cierta libertad (tanto en los lugares como en el tiempo), que un viaje cerrado con hotel no te dejaría. Si una playa nos gusta mucho, nos quedamos varios días. Que un destino no es lo que esperábamos, cambiamos la ruta. En autocaravana hemos ido a Cabo de Gata, Murcia, Valencia, Costa del Sol, Portugal… Y parecerá una tontería, pero a ellos les encanta: eso de tener cocina, baño y cama en el mismo espacio es una aventura para su edad. 

verano en familia por Pilar García Muñoz norte

¿Es indispensable al organizar el viaje pensar en hacer cosas “para niños”? Pues sí y no. Lógico que a los niños les encanta los parques de atracciones, los animales, jugar… pero no necesariamente tienen que ser esas actividades las que ocupen la mayor parte del viaje. Nosotros, desde bien pequeños, los hemos llevado a museos, monumentos, musicales y conciertos. En el equilibrio está la clave: alternar “cosas de mayores” y “cosas de niños” para disfrutar todos por igual y enriquecernos. Porque los adultos también lo pasamos en grande en una montaña rusa o jugando en la playa. Pero ellos alucinan, cuando escuchan un musical de casi 3 horas o se recorren un museo de arriba abajo. 

Así que, mientras podamos y antes de que no quieran viajar con nosotros, seguiremos disfrutando de las vacaciones en familia. Este verano 2025 nos espera Londres y el norte de España en autocaravana. Guardaremos todos esos recuerdos como siempre, en fotos y vídeos, pero también en nuestra retina y en nuestro corazón. Pasar tiempo de calidad con nuestros seres queridos es lo mejor de las vacaciones.