Jesús se presentó en medio de sus discípulos y les dijo: La paz sea con ustedes. Ellos no acababan de creerlo a causa de la alegría y el asombro… Lc 24,36.41

Jesús viene, sigue viniendo trayéndonos la Vida más fuerte que la muerte, con su paz y su profunda alegría. Jesús viene, sigue viniendo a hacernos parte de esa Vida, de esa paz y de esa alegría. Contemplemos su alegría, recibamos de su paz…

Textos de Magdalena Sofía Barat

• Tener parte en la felicidad de Jesús

“Cuando se medita sobre la gloriosa resurrección de ese mismo Salvador (que practicó la pobreza, las humillaciones y la obediencia), de su entrada triunfante en el cielo, la vista de su gloria y de su felicidad después de tanto sufrimiento y humillaciones son capaces de sostenernos en todas nuestras penas. Si lo imitamos, tendremos parte en su misma felicidad.“

Magdalena Sofía Barat. Diario de Poitiers, marzo 1807

• *Conservar con el mayor cuidado esa paz

«Todos los bienes nos vienen por la cruz. Después de tantas pruebas y de combates, seguidos por una larga y dolorosa enfermedad, en la que todos los sentidos tuvieron que sufrir, puedes exclamar con San Juan de la Cruz, aunque en menor grado, sin duda: «¡Oh dichosa ventura, en una noche oscura, salí sin ser notada!».

Ahora, hija, hay que conservar con el mayor cuidado esa paz, don del Corazón de Jesús, y que debe serte tan preciosa.

                             La fidelidad la custodiará;

                                                la humildad la acompañará;

                                                                   la confianza la hará entrar en tu alma…

… una atención continua y totalmente amorosa en Dios la fijará para siempre e incluso la aumentará, de modo que podrás decir con San Pablo: «que esta paz sobrepasa todo sentimiento».  Él te ha dado suficientes pruebas de su amor para que ya no dudes…  Que el soberano juez nos encuentre al menos con aceite en la lámpara».

Magdalena Sofía Barat a Adrianne Michel.  Paris,  10 Julio 1826.

Vivamos estos tiempos pascuales con fidelidad, humildad y confianza de que la paz y alegría que nos regala Jesús en su resurrección nos invitan a vivir con esperanza en medio de la realidad de nuestro mundo.

Sofía Baranda rscj (Chile)