RSCJ, miembro del SARE (servicio atención espiritual) del hospital de Basurto, actualmente de baja por enfermedad
Mc 12, 41-44
Sentado frente al cepillo del templo, observaba cómo la gente echaba monedillas en el cepillo. Muchos ricos daban en abundancia.
Llegó una viuda pobre y echó unas monedillas de muy poco valor. Jesús llamó a los discípulos y les dijo:
—Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el cepillo más que todos los demás. Pues todos han dado de lo que les sobra; pero esta, en su indigencia, ha dado cuanto tenía para vivir.
Justamente el día que me disponía a escribir este comentario, leo lo siguiente:
En la asamblea de la diócesis de Roma ante miembros de la sociedad civil reunidos en la basílica de san Juan de Letrán, Francisco llamó a la Iglesia a «hacerse cargo» de los pobres, pero de una forma personal y humana: »A veces, cuando confieso a alguien, pregunto si da limosna y me responden que sí. Pero luego pregunto si al darla, mira a los ojos del pobre o tocan su mano y responden que no. Tiran la moneda y continúan», aseguró.
Creo que esto es justo lo que hace Jesús con la viuda pobre… ¡LA MIRA!, la mira, con reverencia, de una manera contemplativa, capaz de darle su verdadero valor a este “pequeño” (¿?) gesto…
Y no contento con esto, llama a sus discípulos para que vayan aprendiendo a “ver” y “dejarse tocar” por los más pobres.
Begotxu, !corto y precioso! Gracias
Mariasun
rscj
Mirar contemplativamente y con reverencia al otr@…imprescindible camino para «encontrar» a Dios con nosotr@s…en el cada día. Gracias Begotxu!