Ante la cartelera de agosto, y huyendo de aquellas propuestas 100% veraniegas dirigidas a un público familiar y/o adolescente, encontramos este película francesa de 2024 que se diferencia por un argumento original, por un guión ingenioso, por una realización de Franck Dubosc muy cuidada, y por una historia que toca la humanidad de cada uno de sus personajes, sin entrar en un juicio moral o social.
El argumento se desarrolla en los días previos a la Navidad en un pueblo de las montañas del Jura. Una serie de muertes un tanto escabrosas, una pareja que necesita demostrar su inocencia, una comisaría de la Gendarmerie de lo más pintoresca… y otros hilos que se irán cruzando, nos situan ante la realidad de unas relaciones vecinales ciertamente grotescas.
El entramado y la rocambolesca investigación pone al descubierto otros submundos en el pueblo, con rencillas, narcotraficantes e inmigrantes sin papeles de paso.
Con cierto aire a las películas de los hermanos Coen, una retahíla de gags de humor negro y situaciones divertidas y ocurrentes hacen que la película fluya con gran facilidad y que merezca verse, como ya lo han hecho más de un millón y medio de espectadores en Francia.
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