“Vive el día descansando en el cuidado de la providencia”. Esta máxima de Santa Magdalena Sofía Barat cobra relevancia cuando se llega como inmigrante a una cultura diferente, con una mochila llena de recuerdos, afectos, traumas… Al mismo tiempo, con un corazón cargado de sueños y esperanzas para lograr un futuro diferente, buscando mejorar la calidad de vida, personal o familiar. Sin embargo, en ese proceso de inserción, hace falta cubrir el presente y ahí es donde ASTI juega un rol muy importante. Aporta su granito de arena para sobrellevar este proceso duro y de duelo. Por no tener aún la residencia, muy pocos centros ofrecen espacios de formación solo con pasaporte ;y en ASTI sí. Viví esta experiencia en abril de 2022 sentirme acogida, acompañada compartiéndolo con personas de otras culturas y con historias parecidas.

ASTI Torrejón de Ardoz

Es muy de agradecer. Se me hizo entonces más llevadero el duelo migratorio, y pronto me sentí en la necesidad de ser parte de esta familia, de los cursos y como voluntaria. Las palabras de Sofía “Valor y confianza” me resuenan mucho y trato de comunicarlas también en el día a día. 

Desde enero del 2024 he tenido la oportunidad y la bendición de poder estar al frente de la Asociación junto a Ana y Leticia y con todo el equipo de profesores voluntarios. Cada día puedo experimentar la alegría que expresan las personas al sentir que encuentran algo, un curso de formación, un espacio de escucha, una orientación jurídica (de nuestra abogada voluntaria Mariví). También orientación para cómo insertarse en esta sociedad (trabajo, vivienda, aplicaciones para citas en entidades públicas, teléfonos, etc). Aún me cuesta gestionar el tiempo y realizar proyectos que nos permitan conseguir subvenciones para más servicios, pero vamos dando pasitos con la ayuda del ayuntamiento de Torrejón de Ardoz y con personas que nos aportan lo que pueden. Mediante el Mercadillo Solidario que realizamos dos veces al año, se genera una doble dinámica: por un lado, las personas recién llegadas encuentran ropa, calzado u objetos básicos del hogar a precios muy accesibles y, por otro lado, se generan unos ingresos para seguir ayudando a aquellos que no pueden siquiera dar algo para los materiales de los cursos.  

He observado que se vive un espíritu de familia y solidaridad incluso con los de cursos anteriores: Algunos que ya consiguieron residencia y trabajo estables, regresan a colaborar con algún aporte económico o donando objetos muy útiles para el mercadillo. En el último curso hemos atendido a más de 500 personas que se registraron en algún curso, y otros muchos de los que acaban de llegar a España: personas de 34 países, destacando América del Sur, África y el Sudeste Asiático. Nuestra misión principal es educar a través de la relación acogiendo con gozo y esperanza.  

Las actividades que realizamos son diversas. Las principales son: ofrecer cursos de formación que permitan fortalecer las capacidades y habilidades de las personas mayores de 18 años, con el fin de poder insertarse laboralmente (cuidado de personas mayores, cocina española, aprender el español, inglés, costura, informática, electricidad, etc.) o hacer camino en el proceso de regularización de residencia. También tenemos un voluntario para las personas mayores que nos piden auxilio para el uso de aplicaciones informáticas. 

ASTI no solo acoge, sino que también es un espacio para personas voluntarias de buen corazón, que quieren compartir su tiempo y conocimientos con otros, tanto españoles como entre los mismos inmigrantes (especialmente de América del Sur). Estos hacen posible el quehacer diario y continuar con la misión para el que fue creado ASTI. No es solo un espacio de formación, sino también de relación y de socialización. Algunos manifiestan que es el lugar donde se sienten a gusto y en familia. Dependiendo de las situaciones y en la medida de nuestras posibilidades, también brindamos acompañamiento de duelo migratorio o de soledad mediante la escucha y el taller de auxilio psicológico. 

Quisiéramos hacer más porque las necesidades son enormes y diversas, pero Dios es el que provee el quehacer diario en ASTI. Desde la secretaría buscamos dar respuesta a lo que se nos va presentando, a las personas que, como aves de paso, van llegando. Se trata también de brindar orientación para diferentes procesos de regularización de residencia o estudios. La dinámica es permanente y procuramos continuar con la obra de Sofía y de otras rscj que escucharon su llamada, pues sin la fortaleza y la gracia de Dios sería imposible.